¿Quién nunca se encontró en una etapa de su vida cuando creía que las
cosas no tenían sentido? ¿quién nunca creyó que quizá Dios se había olvidado de uno? somos humanos y quieramos o no reconocerlo en alguna instancia tuvimos nuestros minutos de incertidumbre en donde miramos al cielo en busca de respuestas y lo único que recibimos fue un silencio como respuesta a nuestros miedos y plegarias.
400 años de silencio tuvo el pueblo judío de parte de Dios antes que llegara el mesías prometido, muchos años vivió David desde la promesa que sería el Rey de Israel hasta que lo fue, treinta y tres años de vida cotidiana debió vivir Jesús para iniciar su ministerio cuando sabía que era el Enviado de Dios.
Seamos sinceros, ese silencio no es fácil, esa falta de respuesta es desesperante, ese grito de ''espera, aún no es el tiempo'' es agobiante y te quita parte de las esperanzas que guardas sin embargo hay algo que a todos ellos les daba fuerzas... la fe.
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. - Hebreos 11:1
Es ese confianza de que si Dios lo prometió en SU momento llegará lo que esperas, es esa certeza de que Dios no es hombre para que mienta y que Él suplirá todo lo que te haga falta. Es el saber que si te deleitas en Él, Él te dará las peticiones de tu corazón.
Entonces... fuerzas! podrán haber muchos silencios, podrá parecer que los cielos se cerraron a nuestras oraciones, sentiras que no hay oídos que escuchen tu angustia pero ten fe! el mismo Dios que respondió a los hombres y mujeres de la Biblia lo hará también contigo, conmigo. Solo ten fe y espera que el Dios de tu salvación pronto vendrá a socorrerte!
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