[...] Al abrir los ojos ( tal vez gritaba ya) vio que se habían separado. Ahora sí gritó. De frío, porque la nieve le estaba entrando por los zapatos rotos, porque yéndose camino de la plaza iba Alina Reyes lindísima en su sastre gris, el pelo un poco suelto contra el viento, sin dar vuelta la cara y yéndose.
31 agosto 2010
¿Qué?
Qué ves en esa luz? Qué ves en esos colores? Qué ves en ese espacio?
Ves lo que veo? Sientes lo que siento? Escuchas lo que oigo?
Quiero sentir, quiero hablar, quiero dejar de pensar.
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