27 marzo 2011

Dios responde!

Si, Él responde...


A aquellas oraciones que han superado las semanas, los meses y los años,


Si, Él responde...


A aquellas oraciones que entristecen nuestra alma y nos llenan de preguntas,


Si, Él responde...


A aquellas oraciones que dejan nuestras rodillas marcadas por el suelo,


Si, Él responde...

A aquellas oraciones que comienzan a acabar con nuestra fuerza,


Si, Él responde...

A aquellas oraciones que logran quebrantarte hasta pensar que ya no podras soportar más,


Si, Él responde porque te ama, porque busca tu crecimiento, porque sabe que aún en medio del dolor, de no entender, de dudar, Él sabe que tú podrás soportar porque Él te formo, Él te hizo y conoce todo tu ser. Él sabe cuanto bien te hará al ponerte en espera de su respuesta, no es mero capricho, no es un juego, es buscar tu bien a través de la espera.


Por eso, espera en el Dios de tu Salvación, guarda silencio ante Jehová porque aún tienes que alabarle, aún tu ser busca alabarle.


Espera porque Él... responde!


24 marzo 2011

¿Qué ves en el espejo?


Corremos en la gran ciudad, caminando en la inmensidad de este lugar rodeados de personas como vos y como yo pero solos, solos al fin en medio de la multitud.
Apurados vamos sin mirar al que está a nuestro lado, sin observar las lágrimas del que camina a nuestra par, demasiado veloces para escuchar a aquel que se queja del dolor que el hambre le produce.
Concentrados en nuestras cosas sin pensar siquiera que tal vez, que quizá no somos el centro del mundo, que otros necesitan de tu mirada, de tus palabras, de tu simpatía.

En la inmensa ciudad estamos rodeados pero solos porque personas como vos y como yo solo nos vemos a nosotros mismos en el espejo y no nos percatamos que hay otros esperando que reaccionemos.

23 marzo 2011

Vuelven, quieras o no, vuelven...



Por alguna razón desconocida hay personas que siempre vuelven, aquellas que creíste que quedaban en tu pasado luego de un tiempo que ya no los esperabas... vuelven. Tal vez no tomen el mismo lugar que antes ocupaban, quizá cambiaron o puede ser que hayas sido tú la que cambiaste, pero sea lo que fuere debes estar preparada porque siempre... vuelven.


El pasado llegará a golpear tu puerta en algún momento, en alguna circunstancia cuando creas que ya has superado aquel dolor, cuando pienses que aquello ya no te sensibiliza, cuando pareciera que no genera más tu simpatía... allí es cuando llegaran aquellas personas de tu pasado tocando el timbre de tu nueva casa, de tu nueva personalidad, de tu nueva tú.