al finalizar el 2010?
La puerta se entreabre, mi corazón palpita a la par que mis ojos se desesperan por ver más allá de lo que la oscuridad me impide. La puerta abriendose lentamente me indica que ya es hora de ingresar, que no puedo postergar más este hecho. Con un pie dentro y otro fuera, mi mano sobre el picaporte intenta sostener mi cuerpo tembloroso y euforico a la vez por descubrir aquello que la oscuridad esconde.
Miró hacia atrás antes de ingresar a esta habitación oscura y me despido de aquel lugar luminoso que me permite ver todo lo que rodea la habitación en la que tengo uno de mis pies apoyado. Cierto miedo es generado en mi al despedirme de aquel lugar que me brinda cierta seguridad pero que a su vez me recuerda todas las lágrimas que me ha provocado. Observo la pieza de la que estoy partiendo y vienen a mi gratos recuerdos vividos con importantes personas en mi vida, confortantes palabras, alegres momentos pero sobre todo vidas de seres que han dejado huellas en mi y que han ayudado a forjar a la persona que hoy está ingresando a esta habitación oscura.
Decidida ya, ingreso a este lugar ausente de luz, ya sin mirar atrás doy otro paso y cierro la puerta apoyando mi espalda sobre la fría y dura puerta. No sé que es lo que hay allí delante, no se lo que hay al lado mío, tendré que ir descubriendo paso a paso lo que esta habitación contiene, lo que este lugar tiene preparado para mi. Inseguridad, sorpresa, temor, nostalgía, dudas, todo tipo de sentimientos vienen hacía mi pero tengo la certeza que el deseo de crecer y descubrir que es lo que tiene ÉL para mi me inspiran a ir abriendo puertas cada 365 días, ir descubriendo poco a poco lo que cada lugar hará conmigo, lo que terminaré siendo cuando tenga que cerrar nuevamente esta puerta y abrir otra. Sin embargo, lo que más gozo me brinda es saber que un día al cerrar una de estas puertas no tendré que abrir una nueva, sino que me encontraré con mi Dios esperandome y diciendome que la obra en mi ya está concluida...